viernes, 14 de mayo de 2010

Mitos y realidades sobre al aborto.

Cuando se trata de hablar del aborto, frecuentemente y antes de iniciar cualquier análisis, escuchamos decir que este es un problema difícil, además de complicado y que en el mejor de los casos, por lo menos es causa de conflictos. Otras voces mencionan al aborto ligado a la idea de crimen, asesinato, pecado o «desnaturalización» de la verdadera esencia de las mujeres.

Nos toca entonces poner un poco de calma en la tormenta que estas afirmaciones acarrean. En la práctica cotidiana, durante una consulta en cualquier servicio de salud pública o privada, en consultorios de áreas urbanas o rurales, con usuarias ricas o extremadamente pobres, analfabetas o profesionales, casadas o solteras, católicas, evangélicas o no creyentes, aparece una mujer embarazada que manifiesta no haber planificado esa gestación y explica múltiples razones para considerarla así.

En todos los países del mundo, las personas que proveemos servicios de salud, seamos especialistas, médicas o médicos generales, enfermeras, auxiliares de enfermería, promotoras de salud, y aun de otras muy diversas especialidades hemos recibido una solicitud de apoyo ante un embarazo no planificado. Nuestra respuesta en ese preciso momento dependerá de nuestras más íntimas convicciones, -no exentas de mitos y prejuicios-, así como de la situación legal del aborto, de los servicios disponibles de salud, y de las opiniones de nuestros colegas o de otros proveedores que nos rodean, entre otras muchas.


·Mito :el aborto está prohibido por las religiones más importantes.
·Realidad la mayoría de las religiones reconocen el derecho de las mujeres a juzgar si las circunstancias en torno a su embarazo justifican su aborto. Con todas las ramas del Protestantismo y el Judaísmo conceden este derecho a las mujeres, así como en religiones orientales como el Budismo y el Hinduismo. Sólo las regiones más patriarcales siguen prohibiendo el aborto. La Iglesia Católica Romana, por ejemplo, prohíbe el aborto en toda circunstancia, hasta para salvar la vida de las mujeres, y el Judaísmo Ortodoxo limita severamente el derecho al aborto. A pesar que se interprete que el Corán aprueba el aborto en etapas tempranas del embarazo, la mayoría de los países islámicos prohíben que las mujeres aborten.

·Mito: Las mujeres que se hacen abortos son casi todas jóvenes y solteras.
·Realidad: Mujeres de todas las edades, casadas y solteras, se hacen abortos. En América Latina, el índice de abortos de las mujeres mayores de 35 años es dos veces más alto que el de las mujeres entre 20 y 34 años de edad. Un estudio en India demostró que una gran mayoría de las mujeres que procuran abortos tenían entre 20 y 29 años, y la mayoría ya con varios hijos. No obstante, las adolescentes y las jóvenes no dejan de ser un grupo vulnerable con relación al embarazo no deseado. En Estados Unidos, por ejemplo, los índices de abortos más elevados se dan entre las adolescentes y las mujeres de 20 a 24 años

·Mito: El aborto siempre es traumático para la mujer.
·Realidad: Lo traumático del aborto depende de las circunstancias en que se realiza. Son traumáticos los abortos forzados o los que se hacen ilegalmente y en condiciones peligrosas. En los lugares donde el aborto es ilegal, las mujeres se ven envueltas en un hecho delictivo y forzosamente secreto. En tales circunstancias, no se atreven a hablar de su temor, de su experiencia, a decir sus pensamientos; esto es traumático de por sí, provoca sentimientos de culpa innecesarios. También es corriente que las mujeres sean vejadas por quien les hace el aborto y sus ayudantes.

En los países donde el aborto es legal, donde la información sobre el aborto se obtiene sin dificultad, donde existen servicios de aborto de buena calidad que incluyen orientación y asesoría antes y después del aborto, la decisión puede ser difícil para la mujer, pero la experiencia rara vez o nunca es traumática.

·Mito: El aborto inducido es siempre un procedimiento complicado y peligroso.
·Realidad: El aborto en circunstancias legales, integrado a un buen sistema de atención a la salud, realizado por expertas y expertos dentro de los primeros meses del embarazo es un procedimiento fácil y seguro. Después del tercer mes el procedimiento es más complicado y hay cierto grado de riesgo, pero si es realizado por personal competente el riesgo sigue siendo relativamente bajo.

·Mito: La penalización del aborto es una forma segura de eliminar su práctica.
·Realidad: La penalización del aborto simplemente hace que su práctica sea clandestina. No hace que las mujeres dejen de abortar, más bien las obliga a hacerlo en condiciones peligrosas que amenazan su salud y sus vidas. Un ejemplo claro es el caso de Rumania bajo el régimen Ceausescu, donde el aborto estaba prohibido para toda mujer menor de 45 que tuviera menos de cinco hijos. Aún con una rama especial de la Policía Secreta dedicada a monitorear a las mujeres casadas que no concebían, los índices de aborto y de mortalidad materna relacionada al aborto en Rumania eran los más altos de toda Europa.

viernes, 7 de mayo de 2010

Trabajo Vs. Estado del bienestar

miércoles, 24 de marzo de 2010

¿Qué es la ética?


La ética es una rama de la filosofía que abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.
La palabra ética proviene del latín ethĭcus, y este del griego ἠθικός. Etimológicamente, las palabras ética y moral tienen el mismo significado, con diferencia que moral deriva del latín (mos) y ética del griego (ethos). En consecuencia, a veces se llama a la ética filosofía moral. Hoy en día, sin embargo, se suele decir que la moral es uno de los objetos de estudio de la ética.
La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar ésta posteriormente a los distintos ámbitos de la vida social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro.
Algunos han caracterizado a la ética como el estudio del arte de vivir bien, lo cual no parece exacto, pues que si se reuniesen todas las reglas de buena conducta, sin acompañarlas de examen, formaría un arte, mas no una ciencia.
La ética es una de las principales ramas de la filosofía, en tanto requiere de la reflexión y de la argumentación, este campo es el conjunto de valoraciones generales de los seres humanos que viven en sociedad.